domingo, 31 de agosto de 2014

Arte ancestral regresa al actual Kolombia


Un tesoro vuelve a Colombia, Casi 700 piezas incautadas en Madrid en 2003 regresan al fin a Bogotá

ELIZABETH REYES L. Bogotá 31 AGO 2014 - 00:05 CEST42
 (EFE)

Es como si un museo completo regresara a Colombia después de un tortuoso y oscuro viaje que duró más de una década. Un museo que cuenta nada menos que diez siglos de historia precolombina. Y en el medio está España, adonde estas piezas llegaron de manera ilegal, pero que la policía pudo recuperar en un operativo contra el blanqueo de capitales y el tráfico de drogas, custodiar y finalmente devolver a su lugar de origen. “Un triunfo contra el tráfico ilícito de bienes culturales como nunca antes se ha visto”, dice Fabián Sanabria, director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).

Para Colombia se trata de la noticia cultural del año, que empezó a hacerse realidad el pasado 24 de junio, cuando España, luego de un proceso de repatriación que duró más de dos años, devolvió 691 piezas arqueológicas en un acto oficial en el Museo de América en Madrid, donde estaban resguardadas por orden judicial con sumo cuidado. Ese día se firmaron las actas de entrega y comenzó entonces el difícil proceso de embalarlas y trasladarlas a Bogotá, adonde llegaron hace dos semanas en 26 cajas de madera que hoy están en una bodega del Archivo General de la Nación, a la espera de lo que seguramente será una gran exposición.

“Este lote de piezas es el más grande que se ha recuperado en las últimas décadas. Nunca antes se había repatriado un museo completo”, añade Sanabria. Las piezas son en su mayoría cerámicas que en un 80% no superan los 12 centímetros de alto, a excepción de unas obras funerarias y unos cuantos tiestos. Todas provienen de diversas culturas precolombinas como las de Tumaco, Tayrona, Calima y Quimbaya. Su edad abarca desde el 1600 a.C. hasta el siglo VII.


La policía española pudo recuperar el conjunto en una operación antidroga

“Este museo en miniatura cuenta especialmente, como mínimo, diez siglos de historia”, asegura el director del ICANH. Hay silbatos, ocarinas, figuras humanas, máscaras y rostros, ollas, cuencos y canasteros (figuras humanas o zoomorfas con un recipiente en la espalda), vasijas, tabloides, tunjos en metal (objetos que se introducían en las sepulturas), alcarrazas (recipientes para el agua), pintaderas (instrumentos para adornar el pan) y sellos empleados por los pueblos indígenas para pintar su cuerpo y estampar tejidos. También una curiosa colección de copas. La lista es nutrida y una pequeña muestra, para abrir boca, será presentada a la prensa colombiana mañana lunes.

Este es el final feliz de la historia, pero el comienzo se remonta a 2003, cuando la policía española, en plena Operación Florencia, que desde 2000 investigaba a una organización dedicada al blanqueo de dinero y al narcotráfico, entró en un domicilio de Madrid en el que se encontró lo que hoy es un tesoro para Colombia. Según la fiscalía colombiana, el ciudadano hispanocolombiano Juan Carlos Escrucería adquirió las piezas en 1990 y las sacó de Colombia en una mudanza en 2001, cuando los controles aduaneros no eran tan estrictos como los de ahora.



- Una de las piezas de la colección.

Desde el mismo momento en que se recuperaron, las piezas quedaron en custodia del Museo de América, que tenía indicios de que podían ser colombianas. En 2005, la Policía Nacional se lo comunicó a las autoridades de ese país y en 2011, después de que la Audiencia Nacional decidió devolverlas a quien las había sacado de Colombia, finalmente, las retuvo y cambió su decisión cuando las autoridades de los dos países intervinieron, según la policía española. Fue entonces cuando se le pidió a un experto del ICANH que las evaluara. “De las 894 piezas, se certificó que 691 pertenecían al patrimonio cultural colombiano”, dice su director.

A partir de entonces, a instancias de las autoridades españolas, la fiscalía de Colombia comenzó el proceso para que regresara este museo arqueológico de un valor que se calcula podría rondar los cinco millones de euros. “Fue a través de una carta de rogatoria que pedimos a las autoridades españolas en febrero de 2012 que colaboraran para repatriar las piezas, basados en un tratado de cooperación judicial que existe entre los dos países”, explica Carlos Ricardo Gaitán, coordinador del Grupo de Protección de la Propiedad Intelectual y los Bienes Culturales de la fiscalía colombiana.

Hasta 2012, Juan Carlos Escrucería no tenía ningún tipo de antecedentes judiciales en Colombia, pero en España había sido condenado en 2011 a dos años de prisión y una multa de 300.000 euros por blanqueo de capitales que pagó. Ahora está en libertad condicional hasta 2016. En Colombia, para pedir la repatriación de las piezas arqueológicas, se le abrió una investigación por el delito de receptación, que significa poseer piezas de forma ilegal y haber traficado con ellas. Ello es así porque en este país no existen actualmente delitos específicos contra el patrimonio. “Por eso se está trabajando en una reforma”, agrega el fiscal Gaitán.

Este museo en miniatura cuenta 10 siglos de historia

El 19 de marzo de 2014, el juzgado de la Audiencia Nacional en Madrid que lleva este caso de blanqueo de capitales dio por fin vía libre al pedido de repatriación de las piezas, una noticia que ha venido celebrando Colombia y que la prensa del país ha calificado como “un emocionante acto de devolución”.

En su momento, el embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo, dijo que el regreso de este gran tesoro era una gran victoria. Ahora se prepara una exposición que mostrará por primera vez estas riquezas, recuperadas gracias a la lucha contra el tráfico ilícito de piezas arqueológicas. Para Sanabria, se trata a fin de cuentas, de dejar claro que “el patrimonio no es de nadie, sino de todos”, precisamente en un país donde el saqueo ha hecho mucho daño.


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España devuelve a Colombia 691 piezas históricas intervenidas a narcotraficantes

El alijo se encontró en 2003 cuando la policía registró el domicilio de una banda de narcotraficantes

TEREIXA CONSTENLA Madrid 24 JUN 2014 - 13:30 CET2




Piezas arqueológicas incautadas por agentes de la Policía Nacional a una banda de narcotraficantes.

España ha devuelto esta mañana a Colombia 691 piezas arqueológicas que resumen tres milenios de la historia colombiana y que habían sido compradas ilegalmente por traficantes de drogas. El valioso alijo (vasijas, collares, ídolos, sellos, ánforas, pintaderas, ocarinas...) se encontró en 2003 cuando la policía registró el domicilio de una banda dedicada al blanqueo de capitales y el narcotráfico. En la operación fueron detenidas 29 personas y se intervinieron 885 objetos.

La colección arqueológica fue depositada en el Museo de América, donde se procedió a su estudio. La gran mayoría pertenecían a culturas precolombinas (Tierra adentro, Calima, Tumaco...) de Colombia, cuyo embajador, Fernando Carrillo, recibió hoy oficialmente la entrega de manos del director general de la Policía, Ignacio Cosidó. "Es casi la entrega de un museo que regresa a Colombia", destacó.

Las piezas restantes todavía no han sido identificadas a ciencia cierta, aunque el jefe de la brigada de Patrimonio Histórico de la Policía adelantó que podrían proceder de Ecuador y Panamá. A través de Interpol, los investigadores tratan ahora de averiguar el origen exacto para formalizar acuerdos de devolución similares al de hoy, avalado por una sentencia del Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional.

Jesús Prieto, director general de Bellas Artes, Bienes Culturales, Archivos y Bibiliotecas, destacó que las piezas representan "3.000 años de la cultura de Colombia". El origen de las mismas es aún desconocido, según el embajador, que tampoco aventuró el destino final que recibirán cuando se trasladen a su país. "Será el Ministerio de Cultura el que valore donde se van a colocar las piezas", explicó.

jueves, 14 de agosto de 2014

Descubren en Brasil otra especie de animal prehistórico volador




Descubren en Brasil otra especie de animal prehistórico volador
afp
Unos paleontólogos descubrieron en Brasil unos huesos fosilizados de al menos 47 pterosaurios de una particular especie: reptiles voladores contemporáneos a los dinosaurios.

Bautizados 'Caiuajara dobruskii', estos pterosaurios (lagartos alados) vivían en lo que es hoy el sur de Brasil en la época del cretáceo (145 a 65,5 millones de años atrás), precisaron los investigadores, cuyo descubrimiento fue publicado el miércoles en la revista científica estadounidese PLOS ONE.

Estos pterosaurios contaban con individuos jóvenes y adultos cuyas alas tenían envergaduras de 65 centímetros a 2,35 metros.

Este dato permitió a los científicos determinar que se trataba de una especie desconocida de animales prehistóricos y examinar cómo se desarrollaban.

Los investigadores, liderados por Paulo Manzig, de la Universidad de Contestado, en Brasil, constataron que varias características del 'Caiuajara dobruskii' tenían diferencias respecto a todos los demás miembros del grupo de los pterosaurios.

Mencionaron, entre otras, una gran protuberancia ósea en la cabeza al nivel del ojo. Esta cresta era pequeña e inclinada en los individuos jóvenes y se desarrollaba recta en los adultos.

El análisis de los huesos fosilizados sugiere que estos pterosaurios vivieron en grupos en torno a un lago situado en un desierto. Estos reptiles también pueden haber sido capaces de volar desde muy jóvenes.

No se pudo determinar la causa de la extinción de estos animales, aunque podría estar vinculada a la muerte de algunos dinosaurios a causa de la sequía, explicaron los paleontólogos. También podría haber habido tormentas de arena letales.

Los pterosaurios, una especie distinta a los dinosaurios, son considerados los primeros vertebrados voladores.